La donación de órganos puede salvar hasta 7 vidas.
3 junio, 2021
Hablar sobre donación de órganos es comenzar a hablar, antes que nada, que es un acto voluntario y que lleva en él un enorme gesto de solidaridad tanto personal como familiar, ya que con el solo hecho de ser donante sabemos que podemos contribuir a salvar hasta 7 vidas más.
Uno de los hechos más difíciles que engloba este proceso es la decisión final que, muchas veces, cae sobre los hombros de los familiares presentes ante un paciente con muerte cerebral, que es pasible de convertirse en donante de sus órganos, ya que muchas veces el paciente no la había expresado fehacientemente con sus propios familiares cercanos sobre su propia voluntad de ser donante y ante la pregunta de los médico, llegada la ocasión, los familiares se muestran confundidos o apesadumbrados por tomar esta decisión tan difícil. Es por ello, que muchos familiares de estos pacientes finalmente optan por negar la donación por distintos motivos, ya sean desconocimiento, religiosos, temor, etc. Por esto es muy importante que cada uno de nosotros hable claramente con sus familiares cercanos sobre su propia voluntad de ser donante.
Por estos motivos es preciso esclarecer la información que rodea a este tema. En principio, entender que el concepto de muerte cerebral es indiscutido desde el punto de vista médico, aceptado por distintas religiones como el fin de la vida. Cuando se habla de la muerte cerebral, se hace referencia a que no hay ninguna posibilidad terapéutica, ni recuperación posible y cabe aclarar que los protocolos de diagnóstico de muerte cerebral son muy rígidos y estrictos, chequeando a través de diferentes métodos la ausencia de actividad cerebral a lo largo de un período de tiempo más que razonable. La más mínima presencia de actividad cerebral invalida el diagnóstico, el cual debe estar certificado por un neurólogo y verificado por médicos designados por el INCUCAI.
Ley Justina
Es importante recordar sobre la recientemente aprobada Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como “Ley Justina”. Ésta dispone que todos los mayores de 18 años somos donantes obligados de órganos, excepto que expresamente nos hayamos manifestado en contra (por escrito, en nuestro DNI o licencia de conducir, o ante escribano). Es preciso aclarar que ésta es una variante de una ley que ya tiene más de 10 años en Argentina, que habla de que todos somos “presuntamente” donantes, excepto que nos hayamos manifestado contrariamente a esto en vida. Por esto siempre vuelvo a remarcar la importancia de comunicar a nuestros allegados nuestra decisión final, ya que esto ayudará mucho a ellos en el caso que tengan que responder esa difícil pregunta en ese más difícil momento.
Por último, podemos dar a conocer algunas cifras y reflexionar sobre ellas: hay más de 10.000 personas en lista de espera para el trasplante de algún órgano o tejido en nuestro país y se calcula que aproximadamente, un tercio de ellas morirán durante esta espera.
Es por esto que es bueno pensar que al estar ante una situación de autorizar una donación de un ser querido o ser nosotros mismos los potenciales donantes, ponerse en el lugar de las otras siete personas que quizá su vida pueda continuar casi normalmente si nosotros tomamos la decisión adecuada.
Dr. Diego Ternengo
Director Médico
MP 27484/7
ME 12841
Clínica de la Concepción