Aumentan las temperaturas: La importancia de una buena hidratación - Nobis cobertura médica

Aumentan las temperaturas: La importancia de una buena hidratación

4 noviembre, 2020

El agua es un elemento esencial para la vida. Se acerca el verano, y con los incrementos de temperatura, son mucho mayores las pérdidas intangibles de líquidos en nuestro cuerpo.  

La hidratación se define como el aporte de agua proveniente de alimentos y bebidas. Cuando este aporte es menor y/o las pérdidas son mayores, se produce una alteración del balance hídrico y como consecuencia sufrimos una deshidratación. Este déficit de agua corporal puede traer como consecuencia tensión baja, aumento de la temperatura corporal, confusión mental, dolor de cabeza, irritabilidad, mareos, y en casos graves insuficiencia renal y fallo multiorgánico. 

Los factores de riesgo que nos exponen al riesgo de deshidratación son variables, entre ellos se encuentran: exposiciones prolongadas al sol, actividad física durante horas de mayor temperatura ambiental, edad (habiendo mayor riesgo en ancianos, lactantes y niños). Además se encuentra comúnmente asociado a algunas enfermedades en las que se desatan cuadros que producen diarreas y vómitos, como las gastroenteritis. 

¿Cómo reconocer si alguien está deshidratado? 

En lactantes y niños hay que estar atentos a algunos de estos signos y, ante la menor duda, consultar con su pediatra inmediatamente: 

• Boca seca y labios secos.

• Ojos hundidos 

• Piel seca

• Disminución en la cantidad de orina.

• El pañal seco por mucho tiempo. 

• Llanto sin lágrimas

• Irritabilidad.

En adultos:

• Boca, labios y lengua seca.

• Piel seca.

• Confusión.

• Debilidad generalizada.

• Disminución en el ritmo y cantidad de orina. 

• Orina de color más intenso

• Golpe de calor.

Además de la deshidratación también es común observar, durante la temporada de verano, los conocidos golpes de calor que es una lesión súbita y grave producida como consecuencia de la exposición del cuerpo a altas temperaturas.

Los síntomas son: 

• Temperatura corporal elevada.

• Alteración del estado mental o del comportamiento. Éste puede provocar confusión, agitación, problemas de dicción, irritabilidad, delirio, convulsiones y coma.

• Alteración en la sudoración.

• Náuseas y vómitos. 

• Piel enrojecida.

• La respiración puede acelerarse y ser poco profunda.

• Aumento del pulso de manera considerable.

• Dolor de cabeza.

Ante cualquier a de estos síntomas consultar urgentemente a un médico. 

Algunas recomendaciones para evitar la deshidratación, principalmente en los meses venideros, son: 

• Beber entre dos y tres litros de agua al día. 

• Ingerir alimentos ricos en líquidos, como frutas, verduras, gelatinas, o infusiones. 

• Evitar el consumo de alcohol ya que estas bebidas producen un efecto contrario a la hidratación. 

• Aumentar la ingesta de líquidos durante las horas de mayor calor. 

• Hacer actividad física en las horas de menor temperatura como por ejemplo por la madrugada o por la noche.

• Ingerir líquidos durante el ejercicio, una buena opción serían las soluciones de rehidratación, para reponer fluidos y electrolitos.

Dr. Eduardo Felipe Berrios MP 33622

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